Intro Ciclos

Una mezcla de ritmos marca el día a día del Parque Natural. La marea, el ciclo de los días y las noches o los ritmos urbanos ponen música a su actividad diaria, aunque cada uno de ellos suena con más fuerza en algún rincón del Parque Natural. Los ciclos estacionales son muy marcados en la Bahía de Cádiz. Cada época del año nos muestra un Parque Natural diferente. Las poblaciones de aves, la actividad en las salinas o la forma de las playas modifican enormemente el paisaje del Parque Natural a lo largo del año.

Ritmos Vitales

En primavera el Parque Natural se llena de color y vida. Los rojos y morados de los almajos, o el blanco de las flores en las lagunas formadas por la lluvia protagonizan el paisaje. La primavera es la principal época de cría de las aves acuáticas. Y las salinas se preparan, reparando muros y estructuras, para comenzar la producción.
En verano las playas se muestran esplendorosas y se llenan de bañistas. Las aves, en cambio, se han marchado en su mayor parte hacia el norte. El verdor de las estaciones húmedas ha desaparecido. Las salinas están en su máximo apogeo, cuando las condiciones climáticas son óptimas para la producir sal.

Fusión de Ritmos

Durante el otoño las aves que migran entre Europa y África utilizan el Parque Natural para descansar y alimentarse. Los verdes vuelven a dominar la marisma y los temporales agitan el mar que la bordea. Las salinas abandonan su actividad, aunque el estero permanecerá lleno para engordar el pescado que quedó atrapado en primavera.
En invierno decenas de miles de aves se dan cita en el Parque Natural, huyendo del frío del norte de Europa. Los fangos se llenan en bajamar de aves en busca de alimento. Las playas han perdido arena, dejando al descubierto su osamenta rocosa. En la salina, el estero permanece abierto, limpiándose con el llenado y vaciado de la marea.

Primavera

Verano

Otoño

Invierno

El reloj de la Bahía

La mayoría de los ambientes naturales se mueven al ritmo de los días y las noches. Sin embargo, en el Parque Natural Bahía de Cádiz es la marea la que marca la hora. Cada 12 horas y 25 minutos la marea sube y baja describiendo un ciclo completo.

El reloj que aparece en la pantalla indica la altura de la marea en estos momentos en el Parque Natural. Es el reloj de la Bahía. La altura de la marea se mide desde el llamado cero hidrográfico, que es el nivel más bajo que teóricamente puede alcanzar la bajamar en la zona.

Con cada ciclo de marea, el paisaje sufre una continua metamorfosis. En pleamar o marea alta las aguas inundan los fangos, caños y playas del Parque Natural. Durante la vaciante, los terrenos antes inundados se van descubriendo hasta alcanzar la bajamar o marea baja. Tras ella, los fangos, caños y playas vuelven a inundarse.

Los organismos que aprovechan estos espacios intermareales se alternan también en el tiempo. Con marea alta, peces y otros organismos marinos pueden alimentarse en ellos. Al bajar la marea y quedar descubiertos, será el turno de las aves limícolas.

Pleamar

Vaciante

Bajamar

Llenante

¿Quieres saber cómo funciona el Reloj de la Bahía?

La marea es un reloj lunar. La Luna atrae el agua de los océanos en la cara de la Tierra que se encuentra frente a ella. La rotación de la Tierra equilibra este efecto y hace que el agua del lado opuesto también se deforme. El sol también atrae a la Tierra, pero su marea es menor debido a que está más lejos.

Este tubo indica la altura de la marea en el Parque Natural, a escala real, en distintos momentos de su ciclo. La marea sube y baja hasta 3 metros y medio todos los días. Pero su carrera, o diferencia entre la pleamar y la bajamar, varía cada día. Para saber más sobre cómo varían las mareas a lo largo del mes consulta el módulo El calendario de la Bahía.

Río Arillo.

Pleamar

Vaciante

Bajamar

Llenante